miércoles, 9 de marzo de 2016

Escalada y gestión del fracaso

El cerebro de un escalador presenta ciertas características adquiridas por la práctica de esta actividad, que resultan muy beneficiosas para el mejor manejo día a día en cualquier ámbito, hoy nos centraremos una de ellas: ¿Cómo se enfrenta un escalador al fracaso?


En la práctica de la escalada se asciende por una línea buscando alcanzar la cima, ya sea de una montaña, una pared o un bloque de roca. Eso es el ideal, escalar y alcanzar la cima, y a veces sucede así pero otras tantas veces no. Lo que sucede habitualmente cuando se escala es experimentar caídas, seguramente unas cuantas veces, y sobreponerse a ello.


En la práctica del búlder (escalada de bloques de piedra sin cuerda y con la protección de una colchoneta) lo habitual no es alcanzar la cima de los bloques al primer intento, lo cotidiano es caer casi en cada paso de la secuencia. La escalada puede entenderse entonces como una exposición constante al fracaso, un entrenamiento para la frustración. Vamos a caernos, a fracasar, a no conseguir nuestro propósito al primer intento, vamos a pelearlo paso a paso. Y a eso nos vamos a acostumbrar, no suelen salir los proyectos a la primera, tienen un número de intentos necesarios; y si no nos lesionamos, cada intento suma y nos acerca más al éxito.


Para un escalador un fracaso no significa el fin del proyecto, un fracaso es una parte habitual incluida en el proceso de alcanzar el éxito. Para los escaladores va como un guante la frase que dice, “
Inténtalo, fracasa, no pasa nada, inténtalo de nuevo, fracasa de nuevo, fracasa mejor, y así hasta que lo consigas”. Un escalador no se derrumba frente al fracaso, está habituado a ello, y sabe cómo gestionarlo, cómo hacer para fracasar mejor en el próximo intento hasta alcanzar el éxito.


Esta peculiar manera de entender el fracaso y gestionarlo puede adquirirse de otras muchas maneras, pero es una constante en el cerebro de los practicantes de escalada adquirida de manera inconsciente que les permite manejarse mejor con los reveses de la vida. Se adquiere poco a poco sin apenas darse cuenta mientras practicamos esta emocionante actividad que es escalar en cualquier modalidad.


Filosofía de Aventura

Puede ser que muchas personas no encuentren atractiva la filosofía, eso de leer libros de antiguos pensadores que se perdían ellos solos en sus pensamientos y palabras extrañas... Frases y párrafos que hay que leer más de una vez para conseguir entenderlo... No pinta muy divertido, y para los jóvenes quizás menos aún...


Sin embargo sucede que la filosofía forma una parte muy importante de nuestra vida aunque no lo sospechemos siquiera. Si supiéramos cómo y cuánto nuestros pensamientos influyen en nuestras emociones, y en la manera de disfrutar nuestra vida o padecerla, quizá les prestáramos más atención y aprendiendo a pensar mejor consigamos vivir mejor. Sobre esto va a tratar este espacio, y para hacerlo más atractivo, más vivo y emocionante, relacionaremos diferentes reflexiones filosóficas con las actividades de aventura.


¿Qué beneficios puedo obtener yo, o mis hijos, de la montaña y las actividades de aventura?


Supongamos que somos animales, unos monos sin pelo, seres de la naturaleza, muchos “condenados” a vivir en un medio alejado de la naturaleza, de la tierra, del verde, del agua. Viéndolo así resulta fácil entender que muchos madrileños estén atacados de los nervios y todos los fines de semana invadan desesperadamente La Pedriza y la sierra de Madrid en general. Habrá quien viviendo en Madrid note que su estado de ánimo se vea afectado por la ciudad y su estrés, necesite salir al verde, respirar otros aires, vivir a otro ritmo. El monte, la montaña, la naturaleza, tiene su propio ritmo de vida, y al entrar en estos espacios su ritmo nos invade y nos calma. ¿Lo habéis experimentado alguna vez?


Inducirnos a un ritmo de vida más pausado y benevolente no es el único efecto que obtendremos de nuestro contacto con la naturaleza. Hay muchos más efectos curiosos que tienen las actividades de aventura sobre la actitud y personalidad de quienes los practican: (pincha en los títulos o imágenes)