domingo, 3 de enero de 2016

Cómo definir buenos objetivos


A principios de año es común fijarse nuevos propósitos para el año que empieza. Lo excepcional suele ser conseguir llevarlos a cabo o mantenerlos más allá de unos cuantos días. Para ayudarnos en la tarea de conseguir avanzar en nuestros propósitos existen varias herramientas mentales. Es indispensable determinar nuestra actitud y responsabilidad, asumir que para que algo cambie la mayor responsabilidad sobre ello es nuestra. Sin duda, una correcta disciplina nos ayudará también a seguir avanzando y esquivar las distracciones que surjan por el camino. Quizás pensar en la disciplina como la simple negación de nuestros deseos sea duro, quizás nos ayude más poder comprender la disciplina como nuestra capacidad para elegir entre lo que más queremos y lo que queremos ahora.

Mantener nuestra actitud, entrenar la disciplina y aceptar nuestra responsabilidad sobre nuestros propósitos nos mantendrán en el buen camino, pero aún hay más cosas que podemos hacer para avanzar de mejor modo en este camino. Transformar nuestros propósitos en buenos objetivos nos permiten enfocar y dirigir mejor nuestra actividad, y nos permiten también medir nuestro avance. Si queremos que nuestros propósitos no sean simples deseos sino objetivos a cumplir en este 2016 podemos servirnos también de una buena manera de fijar y definir objetivos. Se conoce como el método SMART, estas siglas en inglés se traducen como astuto, inteligente o elegante, y cada letra representa un concepto a tener en cuenta a la hora de definir nuestros objetivos.


S de Sencillo: Nuestros objetivos tienen que tener una definición sencilla, es más fácil dirigirse hacia un objetivo claro y sencillo que hacia una idea abstracta y poco definida. Si para un mismo propósito tenemos que dividirlo en varios objetivos sencillos, nos ayudará a orientarnos mejor que el tener una vaga idea difusa sobre lo que queremos conseguir. Por ejemplo, mejorar nuestra salud no es un objetivo definido de manera sencilla, mejorar nuestra salud es un concepto amplio que puede abarcar muchos campos. Ir al gimnasio, comer sano, sustituir costumbres poco saludables, serían objetivos más sencillos y concretos que se incluirían en el propósito original mejorar nuestra salud. Aún así estos objetivos son todavía mejorables como veremos a continuación.

M de Medibles: Nuestro cerebro agradecerá que le fijemos unos objetivos cuantificables antes que esas ideas abstractas y poco concretas. Mejor si son medibles en el tiempo y en el espacio, objetivos así serán mejor acogidos por nuestro cerebro al poder identificar cuándo los hemos alcanzado o cuánto nos falta para ello. Siguiendo con el ejemplo anterior, Ir al gimnasio no está bien definido simplemente así, ir al gimnasio dos horas cinco días a la semana está mejor definido. Y aún podremos mejorar aún más nuestra definición de objetivos.


A de Alcanzables: Los objetivos tienen que ser alcanzables, de nada sirven objetivos muy ambiciosos e imposibles. Si nos fijamos objetivos imposibles de alcanzar nos invadirá el desánimo justificado, y entonces nuestro cerebro se armará de razones y justificaciones que nos harán desistir de nuestro empeño. No parece sensato proponernos ir al gimnasio todos los días cuatro horas si en nuestra agenda no hay manera de hacer espacio para ello. Ver que no cumplimos nuestros objetivos no ayuda a nuestro ánimo, es preferible marcarse objetivos sensatos que podamos cumplir y así ver recompensados nuestros esfuerzos.

R de Retadores: Está bien que los objetivos que nos fijemos sean alcanzables, pero también tienen que estimularnos y retarnos de algún modo. De la misma manera que no sirven objetivos inalcanzables, de poco sirven objetivos que podamos cumplir sin esfuerzo ni dedicación alguna. El esfuerzo tiene una parte positiva y es que las resistencias superadas nos demuestran nuestra fortaleza y nuestra capacidad de superarnos. Si no intentamos nada nuevo o que nos suponga un esfuerzo nos perderemos estas mejoras en nuestra fortaleza. Sin objetivos que nos motiven a superarnos es más difícil mantenernos caminando. Un buen objetivo es aquel reto que está a nuestro alcance y a nuestra altura! Si podemos ir sin esfuerzo tres días por semana dos horas al gimnasio, quizás el reto esté en hacer hueco para un cuarto o incluso quinto día.


T de Temporales: Un objetivo es mejor cuando tiene una fecha límite en el tiempo, como bien dice la frase "La diferencia entre un sueño y un objetivo es una fecha". Al igual que nos ayudan los objetivos medibles, saber que hay una fecha límite y que tenemos un tiempo limitado para ello nos ayuda a dosificar y gestionar nuestras acciones de mejor manera. Tener una meta definida nos ayuda a mantener la atención y la motivación. Siguiendo con nuestro ejemplo, fijarnos alcanzar las dos horas cinco días a la semana en el gimnasio para principios de Marzo y mantenerlo así hasta Junio puede ser un buen ejemplo de un objetivo mejor definido. Tendremos dos meses para conseguir estabilizar el reto de cinco días a la semana y luego cuatro meses para mantener ese ritmo.

La herramienta SMART para ayudarnos a definir nuestros objetivos probablemente tenga más interpretaciones, quizás podáis encontrar otras, estás nos parecen bastante válidas y útiles. También es inteligente y adecuado segmentar los propósitos del nuevo año en objetivos para cada trimestre o mes, y estos a su vez quizás pueden segmentarse en semanas. Siempre que nuestro cerebro vea un fin alcanzable y podamos medir nuestro avance nos ayudará a seguir avanzando y mejorando, a todos nos sienta bien notar que avanzamos, por eso es recomendable fijarse metas parciales.


Sobra decir que establecer objetivos que nos motiven puede no ser tarea fácil y algo que se pueda hacer en cualquier momento. Nuestro cerebro ordena la importancia de las cosas en nuestra vida en función del tiempo y atención que le dedicamos. Así pues, si dedicamos un tiempo tranquilo y de calidad a definir nuestros objetivos y sus condiciones, el cerebro lo archivará como algo importante para nosotros. De este modo le dará más prioridad, que si simplemente, nos proponemos sin más alcanzar los propósitos más típicos que todo el mundo dice fijarse para el año nuevo.


Alguien dijo una vez que lo que hace interesante la vida es la posibilidad de cumplir nuestros sueños, así pues, a por ellos! Feliz vida! ;)

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